el llamado al ministerio
Moisés lo experimento en la zarza, Samuel con la
voz audible que le llamaba, Isaías en la visión y
Amos cuando afirmo: Pero el Señor me tomo cuando
pastoreaba el rebaño, y me dijo: Ve, profetiza a mi pueblo
Israel, (Amos 7,15). Entonces deducimos que si los que anunciaban
la promesa necesitaban ser llamados de Dios, con cuanta mas
razón los que proclaman la buena nueva.
Toda persona que es llamada y acepta el llamado se convierte en un servidor de Cristo. "Que todo hombre nos considere de esta manera. Como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios" (1 Cor.4; 1).
A raíz de las traducciones Católicas empieza a tener connotación de dignidad la palabra
ministro para el siervo de Jesucristo. Las traducciones antiguas
y el pentecostalismo se preocupaba por
el servicio como muestra de gratitud y agradecimiento, hoy en
día algunos Ministros lo que menos hacen es servir, sino
esperan ser tratados con la dignidad que representa su
ministerio sin incluir la parte mas importante que es servir. Vale la pena decir que Ministerio se deriva de
diakonei que es servicio, de allí que sea extraño
hablar de autoridad ministerial en vez de servicio ministerial.